En Tushita entendemos meditación como una práctica en la que ponemos atención al momento presente de forma consciente, deliberada y sin juicio; a partir de la cual podemos darnos cuenta de los pensamientos, emociones, sensaciones físicas en el momento en que están sucediendo, así como de los eventos a nuestro alrededor.

En el día a día, nuestra mente está en continuo movimiento, yendo del pasado al futuro, de lo que debo hacer a lo que no hice, de lo que me gusta a lo que me disgusta, de la preocupación a la alegría, y así sin descanso. Cuando meditamos, utilizamos nuestra respiración como un ancla; ponemos toda nuestra atención en el entrar y salir del aire, y dejamos pasar cualquier distractor. De esta forma logramos estar en el aquí y ahora, dando un respiro a nuestra mente. Es importante decir que no buscamos reprimir las emociones o los pensamientos que surgen, simplemente buscamos no dejarnos arrastrar por ellos.

La práctica de la meditación tiene más de 2,500 años de historia, distintas tradiciones filosóficas y religiosas la han adoptado al comprender los muchos beneficios que genera; en años recientes la ciencia occidental ha iniciado a estudiar cuáles son los efectos que tiene en las personas que la practican, y hasta ahora los resultados de estas investigaciones son muy positivos y alentadores.

A partir de este ciclo escolar, los chicos de taller II están llevando a cabo prácticas de meditación una o dos veces por semana con el objetivo de dotarlos de una herramienta que les será útil en todas las áreas de su vida. Próximamente ampliaremos la información sobre los beneficios de esta práctica, en particular para los niños y niñas que la llevan a cabo en su escuela.